jueves, octubre 03, 2013

Adrián González, sinónimo de consistencia

Mexicanos en GL.

2013

Terminó la temporada regular en Grandes Ligas, y se pueden sacar dos conclusiones. La primera es que, si hay una constante entre los peloteros mexicanos, es que Adrián González entregará buenos números. La otra es que, si los mexicanos no fueran tan aguantadores e insistieran en seguir jugando cuando están lesionados, mejor gallo les cantaría.

Aquí, el desempeño del contingente nacional, de acuerdo con lo realizado en la temporada (como siempre, se incluyen los mexico-americanos que estuvieron en el equipo de México en el Clásico Mundial).

Adrián González es sinónimo de consistencia. No es el jonronero de largos vuelos tras su lesión en la espalda de hace dos años (el Titán explica que cambió su swing y ahora son más comunes los batazos de línea), pero sigue bateando bien, fuerte y oportuno, además de contar con un guante privilegiado. En el año bateó para .295, con 22 jonrones y 100 carreras impulsadas. Es el sexto año que produce 100 o más carreras (una vez se quedó en 99), y es el primer mexicano en lograr esos números en ligas mayores. Veremos su desempeño con los Dodgers en la postemporada.

Sergio Romo fue de lo mejor que tuvieron los Gigantes en un año de vacas flacas. Tuvo un septiembre malón, que no ocupa lo realizado a lo largo del año. El cerrador californiano tuvo marca de 5 ganados y 8 perdidos, con un muy respetable 2.54 de carreras limpias (recibidas por cada nueve entradas lanzadas) y, sobre todo, hay que anotarle sus 38 salvamentos (en 43 oportunidades).

Jorge De la Rosa tuvo en 2013 uno de sus mejores años. El zurdo de los Rockies tuvo 25 salidas, 14 de ellas de calidad (lanzó al menos 6 entradas y recibió 3 carreras limpias o menos), que hubieran sido más si el regiomontano fuera más resistente. Su recurrente problema en el pulgar, que tiende a ampollársele le costó algunas aperturas, que lo hubieran acercado a obtener la cifra mágica de 20 victorias. Terminó el año con 16 ganados, 6 perdidos, 3.49 de PCL y 112 ponches.

Miguel González, a diferencia de sus compañeros de los Brewers, el Mariachi de los Orioles comenzó bien la temporada, pero luego tuvo un bajón inexplicable… hasta que aparecieron una lesión y su respectivo descanso. Otra vez, su regreso equivalió a un repunte, muy claro en septiembre. De sus 28 aperturas, 19 fueron de calidad. Terminó 2013 con marca de 11-8, 3.78 de PCL y 120 chocolates.

Yovani Gallardo empezó mal el año, combinando una buena salida con una muy mala. El michoacano de los Cerveceros de Milwaukee en realidad tenía un problema en el tendón de la corva, que estaba afectando su mecánica de pitcheo. Hasta julio, la lesión lo mandó a descansar unos días y, de regreso y recuperado, estuvo intratable. Tuvo 31 aperturas; 17 de ellas de calidad (7 de 8, tras su regreso de la lista de lesionados), y terminó la campaña con marca de 12-10, 4.16 de PCL y 144 ponches (por primera vez en un lustro no alcanzó los 200). Empató a Rodrigo López en el quinto lugar de pitchers mexicanos más ganadores en Grandes Ligas.

Marco Estrada, al igual que Yovani, tuvo un mal comienzo en 2013. Su lesión lo obligó a estar más tiempo en la lista de lesionados y, a su regreso, mostró el por qué está considerado como uno de los máximos prospectos de los Cerveceros.  Antes de que se notara su lesión tenía marca de 4-4, con efectividad de 5.32; tras la rehabilitación, 3-0 y un minúsculo 2.15. En el año: 7-4, 3.87 de limpias y 118 ponches. 12 de sus 21 salidas fueron de calidad.

Jaime García fue capaz de lanzar y dominar bateadores con su hombro desgarrado. Eso lo obligó a operarse antes de media temporada. El tamaulipeco de los Cardenales quedó con marca de 5-2, 3.58 de limpias y 43 ponchados.

Óliver Pérez  no tuvo un año tan bueno como el anterior, pero fungió más que decentemente como especialista zurdo en el relevo de los Marineros de Seattle, En la campaña, 3-3,  3.74 de PCL, 2 rescates, 8 holds (entró en situación de salvamento y dejó el juego ganado) y 74 ponches.

Joakim Soria regresó a Grandes Ligas tras más de un año, debido a la segunda operación Tommy John a la que ha sido sometido. Con los Rangers de Texas fue discreto, aunque ganó el partido que los mandó a los playoffs. El de Monclova pasó 2013 con récord de 1-0, 3.80 de limpias y 6 holds.

Luis Ayala fue, junto con César Ramos, el único pitcher mexicano que estuvo activo todo el año y nunca visitó la lista de lesionados. Comenzó con los Orioles y pronto fue transferido a los Bravos de Atlanta. El relevista mochiteco tuvo marca del año de 2-1,  3.21 de efectividad y 10 holds, con 24 ponches.

Cèsar Ramos, relevo intermedio de las Rayas de Tampa Bay, fue jornalero todo el año. El angelino terminó temporada regular con  2-2, 4.14 de PCL, un salvado, un hold y 53 sopitas de pichón.

Fernando Salas estuvo a ratos en las menores, pero casi siempre en el bullpen de los Cardenales de San Luis. Su marca del año,  0-3, con 4.50 de efectividad, un hold y 23 ponches.

Alfredo Aceves fungió como relevo largo (más bien malito) y como quinto abridor (bastante bien) de los Medias Rojas de Boston, hasta que el Patón y los patirrojos se hartaron mutuamente, con la consecuencia de que el sonorense fue descendido a las menores, por indisciplinado. Sus números en 2013: 4-1, 4.86 de efectividad y 24 ponches.

Scott Hairston jugó en los jardines con Cachorros y Nacionales, sin lograr la titularidad. Buen poder, con 10 jonrones y 26 productivas, pero muy bajo porcentaje de bateo: .191

Ramiro Peña estaba en el sueño de una buena temporada como titular de los Bravos, pero una lesión truncó el sueño. El utility regiomontano terminó el año con .278, 3 jonrones y 12 producidas.

Jerry Hairston Jr. fue ajonjolí de todos los moles con  los Dodgers; el veterano utility bateó para .211, 2 vuelacercas y 22 impulsadas. Sigue siendo buen fildeador, pero sin el rango de antes.

Luis Mendoza empezó lanzando de manera decente (era el quinto abridor de Kansas) pero con poco apoyo ofensivo de sus compañeros,  fue decayendo y acabó trapeando innings (es decir, relevos largos en juegos ya decididos por paliza). En el año: 2-6 y 5.36, con 64 ponches recetados. 8 de sus 15 aperturas fueron de calidad.

Luis Cruz  tuvo en 2013 un annus terribilis. Empezó como titular de los Dodgers y, a pesar de la confianza del manager y de las lesiones de otros infielders, terminó perdiendo la titularidad, primero, y el lugar en el róster después. Lo contrataron los desesperados Yanquis… y a los pocos días el Cochito se lesionó. Sus tristes números : .145 de porcentaje, un jonrón, 11 remolcadas y un robo.

Édgar González no pudo siquiera mantenerse en el equipo más flojo de las mayores. Un ratito de abridor, otro de relevista y una marca con los Astros de  0-1 y 7.50 de carreras limpias.

1 comentario:

Mario dijo...

Como soy deportista me gusta mucho tanto jugar como ver otros torneos. Por eso me gusta mucho cuando veo notas y biografias de diversos jugadores. Ojala que luego de conseguir mis Vuelos a Mexico pueda tener entradas para algun partido