miércoles, julio 30, 2008

Biopics: Elecciones regionales

Anna y Paolo

Exactamente al día siguiente de mi regreso a Módena, estaba yo en el super cuando me encontré a Anna Bernardi y Paolo Silvestri, dos compañeros de la facultad que hacían una pareja muy atractiva. Ella era alta y pálida, tenía un rostro romántico pero los pies bien pegados al suelo. Él, alegre, amistoso, bien parecido, a todos les caía bien. Estaban comprando un salero. Me les acerqué, entablamos conversación, salimos juntos e iniciamos una larga amistad.
Anna y Paolo eran miembros del PDUP, al que llegaron por la vertiente de Il Manifesto. Los dos habían sido formados en el catolicismo –el de Paolo había sido algo extremo- y desconfiaban, como nosotros en aquel entonces, de la estrategia del compromiso histórico con la Democracia Cristiana que manejaba el PCI.

Fiesta electoral

Poco después se llevaron a cabo elecciones locales en 15 de las 20 regiones italianas. Resultó algo sumamente novedoso para nosotros. En primer lugar, por la gran cantidad de propaganda variopinta que de inmediato inundó las calles. En segundo, por las escasas semanas que duraron las campañas. En tercero, porque la televisión –que veíamos en el bar de Lina y Arturo, a media cuadra de la casa- transmitía una cosa maravillosa: el programa de los partidos políticos, en el que cada formación explicaba en cinco minutos por qué había que votar por ellos. Nosotros estábamos acostumbrados a ver sólo propaganda tricolor, en campañas larguísimas, y a que en la tele sólo aparecieran el partido oficial y sus candidatos. Comunistas y socialistas en la pantalla, eso sí que era un evento.
En el edificio en el que vivíamos, seis de las familias eran de obreros comunistas convencidos. Los Borghesi votaban por la DC (eso suponían, errados, los obreros) y los Basso acababan de llegar del sur. El paterfamilias decía ser socialista, y todos los vecinos se la pasaron fregándolo para que votara por el PCI. “Mejor ser un buen democristiano, como Borghesi, que un mal socialista, como tú: los verdaderos socialistas votan por el PC”.
En la facultad, la discusión era si votar por los comunistas o por el PDUP –que en Emilia Romagna se presentaba solo, pero en otras regiones aliado a otros grupos de extrema izquierda, en la coalición Democracia Proletaria-. Lo que tenían en común estos grupos eran la crítica tanto al modelo soviético como al reformismo del PCI y la existencia de elementos que hoy llamaríamos postmodernos: feminismo, ecologismo, liberalización de las drogas ligeras y pacifismo (faltaba poco, pero todavía no pegaba el movimiento de liberación homosexual).
Los compañeros del PCI veían con cierto desprecio a los grupettari y se dedicaban más bien a la competencia entre barrios de la ciudad para ver cuál de ellos daría un mayor porcentaje al Gran Partido. El puesto de honor se lo peleaban San Dámaso, Madonnina y nuestro Modena Est.

La tarde de la elección (en Italia se vota domingo y mitad del lunes) cientos de personas nos congregamos en Plaza Grande a ver los cartelones en los que se iban escribiendo los resultados conforme iban llegando. Otra agradable sorpresa para nosotros, acostumbrados a medio conocer los datos una semana después de la elección. En un gran cartel, los de la ciudad y la región. En otro, los de cada comuna de la provincia. En un tercero, los de las otras regiones del país. La gente, calculadora en mano, hacía cuentas de cuántos miembros del Consejo tocaban a cada partido (las elecciones eran todas de representación proporcional, con resto mayor). Una bellísima fiesta democrática, en la que la mayoría vitoreaba los datos, que caían con una velocidad que me pareció inusitada.
En Módena, por supuesto, el Gran Partido obtuvo la mayoría absoluta (y Modena Est, con su 68% le ganó a los otros barrios); en la región, el PCI obtuvo mayoría absoluta, con 26 de 50 consejeros. No sólo eso. El partido se había consolidado de tal forma que agregaba dos regiones rojas: Liguria (Génova) y Umbria (Perugia) se unían a Emilia-Romagna y Toscana para formar el “cinturón rojo” italiano, governado por coaliciones de izquierda. En otra región, las Marcas (Ancona), se había generado un empate.
Los del PDUP también estaban contentos, porque habían logrado, con su porcentaje raquítico, meter consejeros en casi todas las regiones en las que se habían presentado. Cuando ya era de noche, hubo discursos y baile. Quedé enamorado de las elecciones.
Ese enamoramiento se hizo más grande con la lectura de los diarios y las revistas en los días subsiguientes. Había en ellas un análisis numérico minucioso, con las consiguientes conclusiones sociales y políticas. “Yo quiero hacer esto”, me dije, encandilado como soy de los números, la observación razonada y la política.


El anorak de Guccini

En aquellos días estalló la enésima huelga de la Maserati en Módena. Fuimos varios cuates de la facultad a un concierto de solidaridad con los obreros, en pleno patio de la fábrica ocupada. A mí me gustó en particular un cantautor veneto, que nunca llegó a famoso, llamado Gualterio Bertelli. Tenía una canción tremenda sobre las condiciones de trabajo en una fábrica, llamada Cloruro di vinilo: “en esta fábrica se respira el cloruro/ el cloruro de vinil no ahorra a nadie”. Pero el que prendió a las masas fue Francesco Guccini, famoso compositor modenés, sobre todo cuando tocó La locomotiva, la historia de un anarquista que se lanzó contra un tren, y que daba muy bien la imagen de aquellos obreros que se enfrentaban al patrón en una situación de desventaja.
Con los años, La locomotiva ha perdido su antiguo significado, al grado que se cuenta que Umberto Bosi, el líder de la fascistoide Lega Nord, pidió que se cantara en una fiesta del partido.
Tampoco Guccini es el de antes. Ahora es un señor, como la mayoría de quienes lo escuchábamos entonces. Declaró recientemente que usaba el anorak –la prenda favorita de la ultraizquierda- porque era muy friolento. Lo portó incluso en el tibio final de aquella primavera, frente a los obreros de la Maserati.

Alejandro Aura: una siquiera banderita verde

Ha muerto Alejandro Aura. Tengo varias imágenes de él en mi mente: el joven poeta desgarbado que se sentaba horas enteras en la cafetería El Jet, el “logoteta del arcano” que me enseñó efímeramente a leer las cartas, el conductor de televisión que recitaba Agujetas de Color de Rosa siguiendo la pauta del Buen Declamador, el actor que la hizo gratis de burocratita de una de las películas que dirigió Víctor Monjarás en su breve paso por el CUEC, el subastador a sus cuates de varias pinturas remanentes de la exposición sobre su libro de naturalezas muertas (“Sobre la mesa café…”), el coordinador de un taller en la Casa del Lago que se quedaba ensimismado mirándole las nalgas a una alumna, el cuate que –tras años de no verte- te encuentra y te saluda con un afecto grande y no afectado, el promotor cultural de la ciudad. Pero en primer lugar tengo al poeta, a uno de los grandes poetas pinchepiedreros que ha dado este país.

“Alguien dejó una flor de papel sobre mi mesa, es linda y morada y verde, gracias. Esperé una flor toda la vida, y hoy, martes raspado de melancolía, no sé de dónde, me ha llegado. Pinche florecita de papel, te quiero“.

Y así, con palabras sencillas, nos dejó una siquiera banderita verde bien plantada en el corazón.



viernes, julio 25, 2008

Glorias olímpicas: Dawn Fraser

La australiana Dawn Fraser era una niña relajienta, a la que le gustaba nadar porque era bueno para su asma, pero no tenía disciplina para el deporte. Prefería burlarse, subida a un tejado, de los entrenamientos en el club de Balmain, el suburbio de Sydney donde nació.

Cuando Dawn tenía 14 años –corría 1951- su hermano y su tío, impresionados por el talento natural de la niña, la convencieron de entrenar con el coach local, Harry Gallagher. Juntos, Gallagher y Fraser realizarían la mayor revolución en la historia de la natación: el triunfo del nadador atleta.

La rebelde se convirtió en deportista dedicada. Nadaba distancias muy largas, corría a campo traviesa, escalaba dunas en las playas para fortalecer sus piernas, levantaba pesas, cortaba troncos. Hacía, en sus propias palabras, “lo menos conveniente para una dama”.


De ahí, a los triunfos en campeonatos nacionales en las distancias cortas y a los juegos olímpicos de Melbourne, en 1956, donde se envolvió en una lucha encarnizada con su amiga Lorraine Crapp, especialista en 400 metros empeñada en ganar también en el hectómetro. De la rivalidad surgieron sus primeras medallas olímpicas: oro en los 100 metros libres y en el relevo 4 x 100; plata, detrás de Lorraine, en los 400.

Para la siguiente cita olímpica, en Roma, Fraser tuvo que enfrentarse a la escuadra de Estados Unidos y su novedoso programa de “grupos de edad”, que catapultaba nadadores muy jovencitos. Pero la gloria fue para Dawn: obtuvo el oro en los 100 metros y la plata en los relevos libres y combinados.

La australiana decidió competir contra sí misma, rompiendo un récord mundial tras otro. En octubre de 1962 fue la primera mujer en nadar los 100 metros debajo del minuto. Pero pocas semanas después, tiene un accidente mientras va manejando, en el que muere su madre. Ella se ve obligada a usar un collar ortopédico durante varios meses. Fraser entra en depresión, por el sentimiento de culpa hacia su madre y por la frustración de no poder defender su título olímpico.

Sin embargo un día va al viejo club, se sienta en el tejado y decide meterse a nadar. Poco a poco va retomando su condición. No importa que, a sus 27 años, le digan ya “la abuela de la natación”. Llega a los juegos de Tokio, donde se enfrenta en los 100 libres a la nueva “niña prodigio” que trae el equipo de Estados Unidos. La derrota, implanta un nuevo récord mundial y se convierte en la primera tricampeona olímpica de natación. Se lleva también medalla de plata en los relevos combinados.

En medio de esas glorias, la Unión Australiana de Natación la suspendió por diez años, poniendo fin a su carrera. Dawn nunca había dejado de ser rebelde, ni de amar el relajo. Las razones fueron que marchó en la ceremonia inaugural aunque se le había prohibido, que usó su viejo traje de baño porque le parecía más cómodo que el del patrocinador oficial y que formó parte del grupo de atletas australianos que se robó la bandera olímpica del palacio del emperador Hirohito. Fue entonces que decidió retirarse, poner un pub y ganar un escaño en el parlamento local como candidata independiente.



miércoles, julio 23, 2008

Batman: los locos al poder.

La película de Batman, el Caballero de la Noche es más profunda que un comic y sin embargo es un comic. Es una visión pesimista de la sociedad y sin embargo es entretenida y a ratos divertida. Es perturbadora, pero perspicaz. Es un filme logrado.
Hay varias cosas que me gustaron mucho de la película. En primer lugar, que todos los personajes principales están locos. Tanto el bajo mundo como la fuerza pública están en manos de lunáticos. Y el supuesto representante máximo de la “paz y el orden” también está demente. Y si bien El Guasón es el Caos encarnado, la única diferencia sustancial es que las autoridades son capaces de presentarse en público como personajes razonables. La máscara de Batman se cae: Bruce Wayne (o Bruno Díaz) está tan obsesionado y desquiciado como los villanos que combate: los necesita para mantener vivo a su alter ego (que al final importa más que la propia persona).
“¿Algún ex novio sicótico del que me tenga que cuidar?” pregunta Harvey Dent.
“Usted no tiene ni idea”, le responde Alfred, que sabe demasiado.
El mismo Harvey Dent, el intachable campeón de la ley y el orden, tiene claros rasgos esquizofrénicos, desde el principio. “La locura, como saben, es como la gravedad. Todo lo que se necesita es un empujoncito”, dice El Guasón, y tiene razón. Las debilidades de la sociedad han crecido, debido a la influencia maligna de los vigilantes. Con máscara o sin ella. Mientras juegan con la posibilidad del fascismo (debatiendo, por ejemplo, acerca de la necesidad de un dictador que libere del caos, un nuevo César), los “héroes” no se dan cuenta de lo mucho que han contribuido a la pasividad ciudadana y a la alineación general. Nadie sale indemne.
La sociedad de Ciudad Gótica ha cedido la iniciativa. La tienen los criminales, la tienen la procuraduría y la policía, la tiene Batman. Sus reacciones son viscerales, inmediatas y contradictorias. Quieren paz y tienen todo menos eso. Roma quiere al César de regreso. No importa si está loco (de hecho, sólo un demente puede proponerse como César).
Hay acción devastadora, fascinantes cambios de rumbo en el guión y bastante humor. En primer lugar, el humor ácido y insensatamente genial de El Guasón, ahora no sólo fanático del engaño, sino también de la teoría de juegos. Pero no sólo eso: la policía de Ciudad Gótica es torpe y corrupta a niveles caricaturescos, los matones del villano son suicidamente estúpidos, los mafiosos son todos étnicos (rusos, italianos, negros), y el cinismo político es tan cómico (“No sabemos cómo regresó Lau a Ciudad Gótica”, dicen cuando lo secuestraron espectacularmente de Hong Kong) como la ingenuidad de la gente. Un golpe maestro es la existencia –predecible, sí- de múltiples imitadores de Batman: el maravilloso mundo de los wannabes.
La película sería perfecta de no ser por un par de detalles. Demasiadas lagunas en el guión –hay que darle cuerda a la imaginación para llenarlas con posibles explicaciones- y un miscast en medio de buenas actuaciones. ¿Es Maggie Gyllenhaal el tipo de mujer por el que morirían tanto Batman/Wayne como Dent? Christian Bale es un buen Batman, pero deja mucho que desear como sofisticado millonario. Y si el resto de las actuaciones es de primer orden, la de Heath Ledger como El Guasón es extraordinaria, pesadillescamente inolvidable.

jueves, julio 17, 2008

Leyendas olímpicas: las hermanas Press



Dominaron sus pruebas durante casi una década, fueron las primeras hermanas en ganar sendas medallas de oro en unos juegos olímpicos, fueron también el símbolo deportivo de la desestalinización en la Unión Soviética, y sin embargo, Tamara e Irina Press son más recordadas por las dudas que se generaron acerca de su verdadero género.
Tamara era fuerte, grande y solía desplegar una gran sonrisa. Irina era malencarada y sus músculos estaban muy marcados. Habían nacido en Ucrania, eran judías y su padre había sido asesinado por los nazis durante la ocupación. Llegaron, en su momento de gloria, a representar la unidad soviética, pluricultural y plurinacional.
En los juegos olímpicos de Roma, en 1960, Tamara se llevó el oro en lanzamiento de bala y la plata en el de disco. Irina se coronó en los 80 metros con vallas. Para los juegos de Tokio, cuatro años después. Tamara fue campeona olímpica en sus dos disciplinas y rompió seis marcas mundiales en su camino al podio. Irina no pudo repetir su triunfo en las vallas, pero ganó el pentatlón, estableciendo récord mundial, que rompería ocho veces en los dos años subsiguientes.


En 1966 se establecieron las pruebas de cromosoma para verificar el sexo de las atletas. Coincidentemente, las hermanas Press –quienes ya habían sido señaladas como poco femeninas- decidieron retirarse, y cuidar de su madre enferma. Las sospechas crecieron.
Irina pasó a trabajar a la KGB, Tamara acabó la carrera de ingeniería y posteriormente ambas fueron funcionarias deportivas. Tamara todavía lo es; Irina ya murió.
En los años sesenta, la prensa de Estados Unidos y Gran Bretaña insistió durante años en la masculinidad de las hermanas Press (Mary Rand, la atleta inglesa que perdió el pentatlón con Irina, insistía en ello), pero nunca se pudo comprobar. Hoy se presume que las Press sí eran mujeres, pero que en los años tempranos del dopaje se les había suministrado una alta dosis de testosterona. En aquellos artículos de la guerra fría se incluía en el paquete de supuestos hermafroditas a Iolanda Balas, rumana, gran saltadora de altura, quien se retiró por una lesión precisamente cuando empezaron las pruebas de sexo. Balas fue madre años después, pero eso no se publicitó. Tal vez esa actitud de los medios explique parte de la leyenda de las hermanas Press.


martes, julio 15, 2008

¿Pekín o Beijing?

Pekín es la capital de China. Beijing es la capital de Zhonghua. Los primeros nombres están en español; los segundos en alfabeto pinyín, creado en 1979 como romanización “oficial” del dialecto pekinés (o beiyinés) y basado en la pronunciación inglesa de las letras.

Durante años, los defensores de la lengua nos hemos resistido a la introducción del pinyín al español. ¿Tiene algún sentido escribir Mao Zedong cuando todos conocíamos a Mao Tse Tung y para colmo se pronuncia como con la grafía más vieja? Pero estamos perdiendo la partida. Y en los juegos olímpicos del 2008 recibiremos una felpa.

Para muestra, mi botón. En el periódico (soy editor en jefe de La Crónica de Hoy) alertamos sobre la tentación de escribir Beijing, en la que han caído todos los medios electrónicos y la mayoría de los escritos, y explicamos –tomando el ejemplo histórico comentado con humor y conocimientos por Luis González de Alba- que a nadie se le ocurre escribir London (o Landn) o Athinai (o Azina). La directiva se cumplió.

Entonces vino una llamada de atención del Comité Olímpico Mexicano: el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos protestaba porque el logo oficial estaba dentro de un recuadro que decía “Pekín 2008”. Tiene que ser Beijing, dijo el Comité Organizador, o sea el gobierno chino. Bueno, pues dejamos el logo solito y ponemos Beijing 2008.

Siguiente acto: aparecen unos promocionales de la página de internet del diario, referentes a los juegos. Hago notar que tienen dos errores. Uno es que dice “olimpiadas”, cuando sería mejor que dijera “juegos olímpicos”. Otro, que dice Beijing, cuando debería decir Pekín. Me explica el gerente que sobre lo primero no hay problema, pero que buena parte del contenido de la página en línea resulta de un contrato que se celebró con EFE –la agencia noticiosa española dirigida por un autonombrado defensor entusiasta del idioma- y que ellos van a manejar “Beijing”. Insisto en que lo cambiemos, me responde que costaría mucho dinero.

Lo siguiente que sucede es que en la sección deportiva se genera una esquizofrenia patronímica. El logotipo dice Beijing, las cabezas y las notas dicen Pekín. El director pide congruencia. Como los chinos y el copyright mandan, Beijing también.

La incongruencia pasa, entonces, de intraseccional a interseccional. Es Beijing en deportes y Pekín en el resto del diario. Se ve horrible. Decidimos entonces tirar la toalla, entre quejas de los correctores de estilo (esos pobres diablos que sí saben la importancia del vocativo). Ganó el gobierno chino, ganó la pronunciación inglesa, ganó la marca registrada, perdió el español. A joderse.


jueves, julio 10, 2008

Glorias olímpicas: Paavo Nurmi


El más grande de los “finlandeses voladores”, el corredor sistemático por excelencia, el hombre que festejaba sus triunfos haciendo lagartijas y más estiramientos, Paavo Nurmi participó en 12 pruebas olímpicas. 12 veces subió al podio. Y en nueve ocasiones se llevó la medalla de oro.

Su método de entrenamiento era sencillo, pero riguroso. Caminar, correr, hacer estiramientos. Y realizar cada caminata y cada carrera a un ritmo fijo, único, inquebrantable. Por eso, Nurmi corría con un cronómetro en la mano. Adicionalmente llevaba una dieta abundante en pan negro y pescado seco.

Inició su periplo olímpico en Amberes, 1920. Y lo hizo con lo que él consideró una derrota: obtuvo plata en los 5 mil metros planos. Dos días después, ganó los 10 mil metros sin mostrar el menor signo de emoción. Luego se llevaría dos oros en la carrera cross-country: individual y por equipos. En todas sus carreras corrió con su cronómetro en la mano. No era inseparable, porque lo aventaba a un lado al momento del sprint final.

Pero la gloria más grande esperaba a Nurmi en París, 1924. Precisamente un 10 de julio. Esa tarde el finlandés gana los 1,500 metros, quedando a sólo un segundo de su propio récord mundial, pero en vez de retirarse a los vestidores, sigue en la pista y se pone a hacer ejercicios calisténicos, repitiendo exactamente su entrenamiento de tres semanas atrás. En 55 minutos se llevará a cabo la final de los 5,000 metros. La carrera se resuelve en un duelo entre Nurmi y su compatriota Ville Ritola; el primero aguanta el cierre del segundo y se lleva su segundo oro olímpico en menos de dos horas.

Un par de días después vendría la carrera que más víctimas dejó en la historia olímpica y que desde entonces fue retirada del programa: el cross-country, que se realizó a las orillas del Sena entre la yerba crecida y con un calor inusual: 45 grados. De 38 participantes, sólo 15 terminaron la prueba; y de éstos, 8 tuvieron que ser llevados en camilla al hospital. Nurmi ganó fácilmente y, con cierta dificultad, Finlandia también obtuvo el oro por equipos.

Finalmente, el más grande de los finlandeses voladores ganó los 3 mil metros. Nurmi compitió en 7 carreras en 6 días, las ganó todas y regresó con 5 medallas de oro.

En Ámsterdam 1928, Nurmi sumó su noveno oro olímpico, al ganar los 10 mil metros. Los acompañó con sendas medallas de plata, en los 5 mil y en los 3 mil metros steeplechase. En ambos casos los campeones fueron otros finlandeses voladores.

Paavo Nurmi esperaba retirarse compitiendo en la maratón, en Los Angeles, 1932, pero en los años anteriores había participado en carreras de exhibición en Estados Unidos. Fue acusado de profesionalismo y tuvo que conformarse con ver los juegos desde las gradas. Al final de la maratón declaró que él hubiera ganado la carrera por más de cinco minutos. Lo dijo con cierto enojo, pero seguro, porque él lo tenía todo cronometrado. Fue tal vez el único momento de humana debilidad de la gélida esfinge que, silenciosa, se sabía con un lugar en el Olimpo deportivo.


miércoles, julio 09, 2008

Biopics: Victorias y despedidas

La vittoria del Vietnam illumina il Primo Maggio

Uno de los pósters que adornaban mi cuarto era la reproducción de una pintura al estilo naif-revolución-cubana en la que se veía al tío Ho Chi Minh leyendo (supongo que un texto marxista) entre los juncales, junto a un lago. A su alrededor, en muy diversos idiomas, la consigna: “Vietnam vencerá”.
El primero de mayo de 1975 la portada de la edición extraodinaria de L’Unità tenía como titular: “La vittoria del Vietnam illumina il Primo Maggio”. El gobierno títere de Saigón había capitulado y lo que quedaba del ejército estadounidense había salido del país. Recorté la cabeza y la pegué en un espacio blanco en la parte inferior del afiche.
En las calles rojas de Módena se respiraba un ambiente de doble fiesta. En la sede del Pdup ondeaban banderas del Vietcong. Casi 21 años habían pasado de la batalla de Dien Bien Phu y, así como se habían largado los franceses, el heroico pueblo vietnamita había corrido a los gringos.
“Los yanquis tienen morteros, tienen bombas y fusiles, y generales por miles, pero no tienen corazones. Los vietnamitas son chiquititos, sí, pero con unos corazones, así de grandes así, así de grandes, así”.
Luego del mitin –que me pareció magnífico, sobre todo porque –a diferencia de México- los obreros no le daban las gracias al Señor Presidente, tomamos el tren a Perugia. En casa de Carlos hubo fiesta. Y al día siguiente, en casa de Topino Castrilli, nos solazamos viendo por televisión las imágenes de la caótica huida. Hay una escena que se me quedó pegada en la mente. Está tomada desde un barco militar de Estados Unidos. En él, los conscriptos también festejan el fin de esa guerra de pesadilla. Hay un grupo de rock, formado por soldados sin camisa, que toca Jumpin’ Jack Flash. La cámara voltea hacia el mar. En una barca, un sacerdote vietnamita y una docena de personas elevan las manos, implorando, para que les permitan subir a la nave. Aparece, entre risotadas, el dedo medio de Topino:
-Prete di merda! –exclama con una sonrisa, mientras le mete el dedo a la imagen catódica.

Bye Bye Janette

Pocos días después, se cumplió un año de la llegada de Janette a Italia. Eso quería decir que tenía que tomar el avión de vuelta, si no quería perderlo. Se fue sin mucha convicción, pero no había hecho nada para quedarse. No había autentificado los papeles de estudio que le enviaron sus padres, no había buscado seriamente lugar en alguna escuela de artes (que era su intención explícita inicial), ni tratado de encontrar trabajo. Era como una boya que se movía de acuerdo con mi marea. Era buena onda, pero su abulia y su dependencia eran agotadoras. Dejó una maleta con ropa “para cuando volviera”, aunque ambos sospechábamos que no lo haría. No volveríamos a vernos jamás.
El día anterior a su partida, fuimos a Roma. Nos quedamos en una pensión triste. Hicimos el amor por última vez y a la mañana siguiente la fui a dejar al aeropuerto. Regresé a la pensión y lloré por horas.
Luego tomé el tren de regreso, una corrida extraña Roma-Parma, en un vagón desclasado de primera (amplios asientos de terciopelo raído). Durante ese viaje sentí una sensación de liviandad. ¿Era acaso porque me sentía vacío? En realidad me había vaciado por el llanto: era porque me sentía ligero.

jueves, julio 03, 2008

Leyendas olímpicas: Humberto Mariles

El único mexicano que ha ganado dos medallas de oro y el único que consiguió tres preseas en una sola edición olímpica, fue también un hombre que vivió y murió en medio de la intriga –que es un deporte nacional no reconocido.
El teniente coronel Mariles viajó a la cita olímpica de 1948, en Londres, en contra de las órdenes del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas. Meses antes, el presidente Miguel Alemán había ordenado cancelar el viaje. ¿La razón esgrimida?: “No pueden ganar”. La real: Mariles es conocido avilacamachista y su relación con el grupo de militares cercano a Alemán no es buena.
A su llegada a Europa, fue requerido por el embajador en Italia, quien le dijo que tenía orden de aprehensión por desacato a la autoridad, peculado y deserción. Entendió entonces que estaba obligado a ganar.
La gira preolímpica del equipo ecuestre fue muy exitosa. Destacó en particular Raúl Campero, quien obtuvo siete primeros lugares y cinco segundos. Pero en Londres, Mariles decidió que Campero, y Joaquín Solano lo acompañaran en la Prueba de Tres Días (adiestramiento, competencia de salto y carrera steeplechase a campo traviesa). Se inscribió junto con Rubén Uriza y a su cuñado Alberto Valdés en la Copa de las Naciones (competencia de salto). Dejó afuera a Victor Manuel Saucedo. Se gestaban rencores.
El equipo mexicano de los Tres Días obtuvo el bronce, a pesar de haber sido castigado duramente en la prueba de doma.

La Copa de las Naciones fue parte de la ceremonia de clausura de esos juegos. El último jinete fue precisamente Mariles, montando sobre Arete, el famoso alazán tuerto. Hizo un recorrido casi impecable, con el que se llevó el oro individual y confirmó que también por equipos México se llevaba los máximos honores.
El presidente Alemán llamó al teniente coronel para felicitarlo y decirle lo orgulloso que estaba el país. Es obvio que ya no había acusaciones en su contra… y Mariles se convirtió en alemanista furibundo.
Cuenta la leyenda que, en los días de cambio presidencial, Mariles –ya ascendido a general- fue el encargado de entregar las instalaciones de la residencia oficial de Los Pinos al equipo entrante, y ahí se hizo de palabras con Uruchurtu, López Mateos y el mismo Ruiz Cortines, a quienes acusó de sinvergüenzas y traidores.
La fría respuesta de Ruiz Cortines, ya presidente, fue destruir el equipo ecuestre y quitarle los terrenos a la escuela de equitación. A partir de entonces, el sino se le volteó y –aunque seguía siendo una figura muy popular- perdió prestigio y, sobre todo, poder.
En 1967, por un altercado de tráfico, Mariles disparó sobre el otro automovilista, quien murió una semana después. Fue condenado a siete años de prisión, pero salió en 1971, para volver a ser aclamado como héroe deportivo.
A los dos días de que fue vitoreado por las masas en el Desfile de la Revolución, el caballista recibió la orden de ir a París, supuestamente para comprar unos caballos. En Francia, comió con dos tipos en un restaurante. Eran narcotraficantes. Los tres fueron detenidos.
Dos semanas después, el medallista olímpico amaneció muerto en su celda. Al parecer, fue envenenado. Y, aunque posteriormente el oficial mexicano fue absuelto de los cargos de narcotráfico, la maraña de intrigas nunca logró desatarse. Como no se han podido desanudar la grandiosa leyenda olímpica y la descomunal leyenda negra que acompañan para siempre la figura de Humberto Mariles.


miércoles, julio 02, 2008

Datos del blog (II): estadísticas maniacas

Ya pasó tiempo suficiente como para hacer otro análisis de los datos estadísticos de visitantes a este blog, de acuerdo con Google Analytics. Me ocuparé de los datos de los primeros seis meses de 2008.

En esos seis meses, este sitio ha tenido 4.583 visitas (poco más de 25 al día), provenientes de 655 ciudades de 55 países de todos los continentes (el último en apuntarse fue África, con visitas de Argelia y Senegal). Los visitantes han pasado aquí un poco más de 152 horas, visitando 255 páginas distintas.
A lo largo del tiempo se ha creado un grupo de lectores más o menos habituales de este Blog de Piedras. Hay 3,884 usuarios, pero 315 cibernautas lo visitaron más de 15 veces.

La proporción de visitantes que llega a través de motores de búsqueda ha crecido. Es el 73.6%. He comprobado que es correcta la tesis de los elementos clave para acceder a la página. Las palabras clave que más gente han traído a este blog son "novelas italianas" y "marcha olímpica". En ambos casos, el link se encuentra entre los primeros de la lista que otorga google. El pasaje a la segunda página del link relativo a “XV años” ha significado –afortunadamente para quienes buscan tips sobre qué vestido usar- un descenso en el número de visitas por esa vía.

También la asignación de página de imágenes que hace Google –y que no tengo idea a qué obedece- cuenta para atraer lectores. Hubo dos días en los que la foto de Nadia Comaneci de mi blog estuvo entre las primeras de Google images: lo verifiqué porque las visitas crecieron exponencialmente. Cuando pasó a páginas posteriores, poca gente entró a través de esa imagen.

Para regocijo de los lectores constantes, he aquí algunas de las palabras y frases con las que han accedido a este blog:

bals para bailar el chambelán en unos XV años
blog panucho rellenado
calidad crema Pond’s
cristianismo cachondo
donde puedo comprar esencia de Afrodita
juegos de palillos de los Chippewa
¿qué es un carreto de la bomba de lodo?

El 21.3% de las visitas, lo hace a través de referencias, ya sea de imágenes o por links en otros sitios. De éstos, los que más visitas aportan son, en el orden: Pueblo Bloguero, Relatos de Miguel (el de más visitas nuevas en el semestre), El Mundo de Don Camilo, El Mai Rayo, Prozacstories, Un día cualquiera y el Pohl. Gracias a todos ellos.

Hubo cambios en la composición nacional de las visitas. Siguen siendo prevalentemente mexicanas, pero hay una tendencia a más variedad.

Las diez naciones con más visitas:

México: 2299
España: 611
USA: 269
Venezuela: 206
Colombia: 201
Argentina: 191
Chile: 130
Perú: 118
UK: 59
Puerto Rico: 55

Colombia pasó del octavo al quinto lugar, el Reino Unido, del décimo al noveno y Puerto Rico entró a la lista, desplazando a Ecuador.

A la hora de quedarse, la cosa cambia, pero se sigue inclinando totalmente por México.

Las diez naciones con más tiempo en el sitio:

México 64.7% (-8.8% respecto a los anteriores tres meses)
España 9.3% (+1.0)
USA 4.4% (+2.1)
Colombia 3.9 (+3.0)
Perú 2.7% (+2.0)
Argentina 2.5% (+1.6)
UK 2.4% (+1.2)
Holanda 1.9% (-1.0)
Chile 1.5 (+0.8)
Venezuela 1.4 (+0.8)

Si bien la ciudad de México es la que sigue teniendo, de lejos, más visitas, Madrid desplazó a Monterrey en el segundo lugar, Bogotá pasó del décimo lugar al cuarto, Guadalajara y Barcelona entraron a la lista, y salieron Tijuana y Quito.

Las diez ciudades con más visitas:

México, D.F. 1077
Madrid 154
Monterrey 132
Bogotá 114
Caracas 102
Vicente López (Arg) 85
Guadalajara 83
La Victoria (Per) 78
Barcelona 67
Santiago de Chile 65

Pero si nos vamos a tiempo en la página por ciudad, hay cambios notables respecto a los primeros tres meses. Sólo repiten las que están en los cinco primeros lugares; salieron Montevideo, Amstelveen (Hol), Tijuana, Zaragoza y Aguascalientes.

El top ten:

México D.F.
Madrid
Bogotá
Monterrey
La Victoria (Per)
Barcelona
Zwjindrecht (Hol)
Cambridge (UK)
Xalapa
Vicente López (Arg)

Termino el recorrido con la lista de las páginas más vistas.

Blog de piedras (página de inicio): 1204 visitas
Biopics: Marcha olímpica: 264
Marzo 2006: 165
10 deportistas mexicanos del 2007: 151
Biopics: Las olimpiadas del 68: 149
Los XV años: 144
Test: ¿eres un chico de los 70s?: 122
Glorias olímpicas, Naim Suleymanoglu: 115
Diez novelas italianas: 107
Béisbol, economía y encuestas: 90

¿A qué se debe? La página de inicio es donde suelen llegar los asiduos. La buena colocación del blog en google con las palabras clave “marcha olímpica” y “novelas italianas”, así como las imágenes de Suleymanoglu y los atletas mexicanos destacados (que están en la página de marzo de 2006) explican las otras. En cambio, es el contenido de la reseña de los juegos del 68, la abundancia de referencias en el test y las explicaciones de las estadísticas beisboleras lo que ha sido atractivo para los visitantes a esas páginas.

Ahora sí, más datos hasta el año que entra.

martes, julio 01, 2008

Adrián González, al estrellato


Está por terminar la primera mitad de la temporada de Grandes Ligas, y el balance de los peloteros mexicanos tiende a ser positivo. Tres connacionales –los consistentes Adrián González y Joakim Soria, así como Jorge Cantú, quien vuelve por sus fueros- se encuentran entre los jugadores más destacados de la campaña; dos más –Jorge Campillo y Edgar González Sabín- recibieron al fin una oportunidad en forma y están brillando por primera vez en la Gran Carpa, cuando están por cumplir los 30 años. Sólo la desgraciada lesión de Yovani Gallardo y el prolongado cansancio del hombro de Esteban Loaiza ponen la nota negra. Si hay justicia, en el próximo Juego de Estrellas veremos a Adrián y a Joakim. Si hay suerte, también a Cantú.

Aquí el seguimiento de los mexicanos en GL, siempre de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada:

Adrián González. En todas las Grandes Ligas sólo hay cuatro jugadores con más de 20 jonrones y más de 60 carreras producidas en la campaña. Tres de ellos juegan en parques que favorecen a los bateadores. El otro es mexicano, juega en el parque favorito de los lanzadores y lo hace en medio de uno de los órdenes al bat más flojos de las mayores. Su productividad y su popularidad en San Diego son mayúsculas. No nos queremos imaginar cómo sería en otro lado. Adrián bateó en mayo para .291, con 6 jonrones y 20 producidas. Mejoró su OPB (porcentaje de embasamiento) debido a que, cada vez más seguido, le dan base por bolas intencional o disfrazada. En el año lleva .288, 21 cuadrangulares (segundo lugar en la Liga Nacional) y 68 impulsadas, con las que encabeza la liga.

Joakim Soria. El 7 de junio, Jorge Posada y Johnny Damon demostraron que Joakim es humano, haciéndolo fallar en un salvamento y perder el juego. Ese día fue la excepción que rompió la regla, porque el de Monclova ha seguido muy dominante, retirando en orden entrada tras entrada (23 de los últimos 24 bateadores a los que se ha enfrentado) y salvando juegos para los Reales de Kansas City. En el mes salvó 10 juegos (de 11 posibilidades), y tuvo efectividad de 1.42. En el año, lleva 0-1, 22 salvamentos, 1.25 carreras limpias admitidas por cada 9 entradas lanzadas y 39 ponches. Los rivales le batean para un miserable .146.

Jorge Cantú. El de Reynosa está definitivamente de regreso Inició junio con el bate candente y sólo un ligero enfriamiento a final de mes impidió que sus estadísticas fueran tremendas. Al final, su mes fue similar al de Adrián: .287, 6 jonrones y 21 producidas. En el año lleva .274 con 14 cuadrangulares y 47 remolcadas. Lo curioso es que logró estos números con su tradicional impaciencia en la caja de bateo: de hecho su OBP fue el mismo que en mayo, pero en vez de embasarse por pasaportes lo hizo mediante extrabases.

Jorge Campillo. El tijuanense se hizo ya de un lugar estable en la rotación de los Bravos de Atlanta, aunque sin brillar tanto como el mes pasado. Tuvo cuatro aperturas en el mes, de las cuales dos fueron de calidad. Perdió una de ellas, aunque lanzó juego completo, ante Joe Saunders. En el mes, el hombre del gran cambio de velocidad lanzó para 1-2, con 4.36 de limpias. En el año, 3-2, un saludable 2.54 de PCL, 54 ponches y sólo 12 bases por bolas concedidas.

Dennis Reyes. El especialista zurdo de Minnesotta ha seguido cumpliendo con atingencia su labor. En junio, tuvo 10 breves apariciones, en las que sacó los outs necesarios. Una de ellas le sirvió para rapiñar una victoria. En la undécima ocasión, le anotaron una carrera sin que pudiera sacar a bateador alguno. En junio, 1-0, con 1.50 de PCL. En lo que va de la temporada 2-0, y un muy buen 2.28.

Yovani Gallardo sigue rehabilitándose tras la exitosa operación en los ligamentos de la rodilla. 0-0 (por la falta de apoyo de su equipo a la hora de batear) y 1.80 de limpias.

Oliver Pérez. Aquí le pusimos Oliver Jeckyll y Oliver Hyde. En Estados Unidos le dicen “el Volado”, porque un día lanza una joya y a la siguiente apertura tira basura. La única excepción es cuando sus Mets enfrentan a los Yanquis de Nueva York en el “Clásico del Subway”, porque entonces Oliver es Dios. Inició junio con una salida digna, pero no de Hyde, sino de Frankenstein: sacó un solo out a los Gigantes, que le metieron 6 carreras y decidieron el juego desde los primeros minutos. A la siguiente, un buen duelo de pitcheo –en el que salió sin decisión-. Nueva salida, y joyita contra Texas: victoria. Siguientes dos juegos, lo apalean. Se reivindica contra los Yanquis. En total 2-2 con un mediocre 5.28 de limpias. En el año: 6 ganados, 5 perdidos, 4.96 de CL, un montón de ponches (76) y otro montón de bases por bolas (52). Al menos ya no lidera las mayores en la categoría del descontrol. Todo mundo dice que si se concentrara siempre, sería una gran estrella. A lo mejor hay que hipnotizarlo para que sus rivales sean siempre los Yanquis.

Edgar González Sabin. Dicen que a la oportunidad la pintan calva, y el hermano mayor de Adrián le está sacando todo el provecho posible. Llegó como utility con los Padres y se ha quedado con la titularidad de la segunda base, donde no ha cometido un solo error, al tiempo que ha lucido como bateador de contacto. Es el segundo en el orden al bat de San Diego, mientras que su hermano Adrián suele ser tercero o cuarto: es común que Edgar conecte un sencillo y Adrián lo remolque a la registradora con un extrabase. Quién sabe cuánto alboroto armarían los medios si en el Osasuna los hermanos Vela hicieran una combinación similar, pero esto no es fucho. El tijuanense bateó en mayo para .330, con 3 vuelacercas y 11 producidas. En el año lleva .325 con 14 impulsadas. Eso sí, se poncha mucho.

Alfredo Amézaga ha vivido un mes complicado, en el que salió del cuadro titular de los Marlines de Florida, ha jugado a cuentagotas y sufrió un tirón en la última semana. Cuando se recupere es posible que ocupe, por un rato, la segunda almohadilla, en sustitución de Don Uggla, lesionado. Su buen dato del mes es que recuperó la velocidad y la audacia entre las bases. En junio bateó .200, con 1 producida y 3 estafas. En el año, .245, 1 jonrón, 8 impulsadas y 4 robos.

Oscar Villarreal. Tras un inicio malo, el neoleonés ha ido mejorando sus actuaciones, pero muy poco a poco. Perdió su posición como preparador de cierres y lo pusieron a trapear innings, regresó a jugar para preparar victorias y desperdició un salvamento. En el mes, 0-0, con 4.32 de limpias; en el año: 1-3 con 4.91.

Jorge de la Rosa estaba trapeando innings para los Rockies cuando los de Colorado, desesperados por un quinto abridor, le volvieron a dar la oportunidad al regiomontano. Tuvo dos salidas de calidad, en las demostró todo su complejo repertorio de lanzamientos, capaz de enloquecer al bateador más experimentado. La prensa de Estados Unidos se entusiasmo y dijo que Jorge era “el Conquistador” (entre otras cosas, porque parecía haber conquistado a su peor enemigo, que es el descontrol). Sus siguientes dos salidas fueron malas (en la última no dio bases, pero le vieron la pelota con 11 hits en 5 entradas). En junio lanzó para 1-1, con 4.94 de CL. En el año 2-4, con 6-70.

Luis Mendoza. El novato veracruzano se recuperó de sus lesiones y regresó con los Rangers de Texas, pero ahora al bullpen, donde lo ha hecho mucho mejor que como abridor (de hecho, empezó dominando los partidos que abrió, para demostrar su cansancio por ahí de la cuarta entrada). Tres partidos jugados. En el primero colgó tres argollas y se llevó la victoria; el segundo, otros tres ceros enemigos y el salvamento. El tercero, también perfecto. Es probable que regrese a la rotación de abridores. A ver si ahora si la hace. En junio 1-0, 0.00 de CL y un salvado. En el año 1-2, con 5.40.

Luis Ayala El mochiteco no está teniendo una buena campaña con Washington, posiblemente debido a que los atribulados Nacionales se ven obligados a usarlo a cada rato: sigue siendo el lanzador que participa en más partidos, y ha sostenido varias ventajas, pero no ha tenido consistencia y no parece confiable. En junio, tuvo números de 0.1, con un rescate desperdiciado y 7.94 de carreras limpias. Su marca en el año: 1-4 y 5.48.

Germán Durán ha podido regresar a compartir –ante pitchers zurdos- la tercera base de los Rangers de Texas. El manager dice que tiene el talento para jugar más a menudo y que lo único que requiere es fogueo. El problema es que su bateo sigue batallando alrededor de la Línea Mendoza –que es .215-, debajo de la cual no hay buen fildeador que aguante mantenerse en el roster. En junio bateó para .208, con 2 jonrones y 5 producidas; en la campaña lleva .198, 3 cuadrangulares, 9 impulsadas y un robo.

Esteban Loaiza.¿Qué harán los Dodgers con los 7 millones de dólares del salario de Loaiza?, nos preguntábamos hace un mes. La respuesta es que se los tragaron, pagándole al tijuanense, para luego venderlo a los Medias Blancas de Chicago, quienes lo contrataron de relevista, con salario de ligas menores. En esa veste tuvo acción en tres partidos, donde admitió una carrera limpia en 3 innings, antes de volverse a lesionar. Los reportes son similares a los del año pasado: hombro agotado y Loaiza no recupera su velocidad. Parece su agonía como ligamayorista. Los números del mes: 0-0 y 3.00 de PCL; del año 1-2, con 5.23.

Edgar González. El Edgar que no es hermano de Adrián se pasó buena parte de junio trapeando innings para los Diamantes de Arizona, con resultados mediocres, casi idénticos a los del mes anterior: 0-1, con 5.54 de efectividad; para fin de mes pasó a la lista de lesionados, ya que tiene estresado el codo de lanzar. En el año lleva marca de 1 ganado, 3 perdidos y 6.00 carreras limpias admitidas por cada 9 lanzadas. Ojalá regrese pronto para mejorar sus números.

Juan Castro (.000, 1 carrera anotada) contratado por Colorado, sigue en la imaginaria, imaginando regresar.