lunes, octubre 05, 2009

Números redondos


Mexicanos en GL. 

Terminó la temporada regular de Grandes Ligas y hay algunos números relevantes para los mexicanos. Los 40 cuadrangulares de Adrián González, los 30 salvamentos de Joakim Soria, las 100 carreras impulsadas por Jorge Cantú son números redondos. Redondo es también el 10, en el casillero de ganados por el relevista Alfredo Aceves; si bien el máximo ganador mexicano fue Jorge De la Rosa, con 16 victorias. Otro número es 27: los mexicanos que participaron en la gran carpa durante 2009 (incluyendo los cuatro paisanos que vistieron la franela de México en el Clásico Mundial). De ellos, se espera que seis vean acción de postemporada: Aceves, Ramiro Peña y Jerry Hairston Jr., de los Yanquis; De la Rosa, de los Rockies; Dennys Reyes, de los Cardenales y Juan Gabriel Castro, de los Dodgers. 

 Aquí el seguimiento del contingente mexicano, siempre de acuerdo con el desempeño acumulado en la temporada: 

Adrián González por primera vez en su carrera llegó a los 40 jonrones, pero es apenas el 15° bateador que, con tantos vuelacercas, impulsa menos de 100 carreras (produjo 99), en buena medida por la debilidad del line-up de los Padres. Su porcentaje fue de .277, pero tanto su slugging como su porcentaje de embasamiento fueron los más altos de su carrera. El Dios Azteca de las Bases por Bolas encabezó las Mayores en pasaportes recibidos, con 114. De sus cuadrangulares, 28 fueron como visitante; lo que da una idea de lo que podría hacer en otro equipo. 

Joakim Soria tuvo en septiembre su mejor mes: obtuvo salvamento en todas sus oportunidades y no recibió carrera. Pese a estar en un equipo muy malo, los Reales, el coahuilense es parte de la elite de cerradores de la gran carpa. En el año, su marca fue de 3-2, un minúsculo 2.21 de carreras limpias admitidas, 30 juegos salvados y 3 rescates desperdiciados. En su breve carrera, lleva 89 rescates, y está a cuatro de la marca de todos los tiempos de un mexicano, en poder el inolvidable Aurelio López. 

Jorge Cantú, aunque con mucho menos poder que en otros años, cumplió bien su papel como productor con los Marlines, bateando a la hora buena. En la temporada tuvo promedio de .289, con 16 cuadrangulares, 100 producidas y 3 robos. Además demostró que sí puede fildear en la antesala. 

Jorge De la Rosa tuvo en 2009 la mejor temporada de su carrera –que cerró con un septiembre perfecto- y fue factor para que los Rockies de Colorado llegaran a la postemporada. De sus 33 salidas, 19 fueron de calidad –aunque tuvo algunas muy malas- y concluyó con un récord de 16-9, 4.38 de limpias y 193 ponches. El último día se resintió de la entrepierna, veremos qué tal le va en postemporada. 

Yovani Gallardo sigue camino al estrellato, pero todavía no llega. Aunque fue el mejor abridor de los Cerveceros, no le alcanzó para poner a su equipo en la pelea. De sus 30 salidas, 16 fueron de calidad. Su récord final, 13-12, 3.73 de PCL y 204 ponches (el primer mexicano que rebasa la barrera desde Loaiza en 2003). 

Alfredo Aceves fue pieza importante en la estrategia que llevó a los Yanquis al título de su división, y deberá seguirlo siendo en postemporada. Como relevo intermedio ganó 10 juegos, contra una derrota; sostuvo 5 ventajas y salvó un juego. Su porcentaje de carreras limpias fue de 3.57 y despachó 69 chocolates. 

Scott Hairston tuvo una mejor primera mitad con San Diego que la segunda, con Oakland. El menor de los Hairston Arellano bateó para .265 en 2009, con 17 jonrones, 64 impulsadas y 11 estafas. 

Jerry Hairston Jr. El hermano mayor de Scott va un poco a la baja, sobre todo respecto al magnífico 2008. Con Rojos y Yanquis bateó para .251, con 10 jonrones, 39 producidas y 7 robos. Servirá como utility en postemporada. 

Elmer Dessens, aunque no hizo más que trapear innings para los Mets –y hubo que hacerlo mucho, porque tuvieron una temporada desastrosa-, demostró que todavía tiene calidad ligamayorista. Sin ganados, perdidos o salvados, su efectividad fue de 3.31 

Dennys Reyes encontró su lugar como especialista zurdo en la gran carpa, y ha sido muy funcional para los Cardenales. Tuvo récord de 0-2, con 3.29 de limpias y un salvamento. Lo relevante es que este caballito de breves batallas sostuvo 18 ventajas. 

Rod Barajas, como sus Azulejos de Toronto, empezó bien el año y se fue desinflando. El receptor mostró bastante poder, pero muy bajo porcentaje: 19 jonrones, 71 producidas, pero sólo .226 de porcentaje. 

Augie Ojeda trabajó más que en otras temporadas, lo que es signo de estabilidad. El infielder de los Diamantes brilló más con el guante que con el bat: .246, un jonrón, 16 impulsadas y tres robos. 

Ramiro Peña luchó todo el año por un puesto en el róster yanqui, y lo obtuvo con base en su buen desempeño. El novato regiomontano –que supuestamente heredará el puesto de Derek Jeter- bateó para un muy decente .287, con un cuadrangular, 10 producidas y 4 robos. 

Juan Castro trabajó de infielder sustituto para los Dodgers. Garantía a la defensa, tampoco estuvo mal con la majagua: .277, un jonrón y 9 producidas. 

Edgar González Sabín sufrió tremendo pelotazo a mitad de campaña. Como utility, estuvo en el infield y en el jardín de los Padres. Al bat, tuvo algo de poder, pero bajo porcentaje:.216, 4 jonrones y 18 impulsadas y un robo. 

Rodrigo López tuvo tres aperturas de calidad para los Filis (de 5 salidas). En el bullpen se vio muy mal. En la temporada, 3-1, con 5.70. 

Oliver Pérez tuvo catorce salidas para los Mets y sólo tres de ellas de calidad. El zurdo de Culiacán estuvo desconcentrado y se resintió de la rodilla, por lo que tuvo que ser operado. En la temporada 3-4 y 6.82 de efectividad. 

Édgar González trapeó un rato para los Atléticos, para luego convertirse en quinto abridor. Ninguna de sus seis salidas fue de calidad. Su marca: 0-4, con 5.03 de PCL. 

Jorge Campillo (1.0 y 4.15 de limpias con Atlanta) estuvo lesionado casi toda la temporada. 

Luis Ayala falló bajo presión tanto con Mellizos como con Marlines, y perdió su puesto en GL. En la temporada, 1 victoria y 5 derrotas, con 5.63 de limpias, 3 ventajas sostenidas y 4 rescates desperdiciados. 

Alfredo Amézaga (.217-0-5) jugó muy poco para Florida, debido a una lesión. 

Luis Cruz fue el campocorto de Pittsburgh al final de la campaña. Bateó para .214 con dos impulsadas. 

Marco Estrada se incorporó a Washington en septiembre. Tuvo una salida –mala- y varios relevos –regulares-. La marca del sonorense: 0-1, con 6.54 

Walter Silva (0-2, 8.86 de carreras limpias), Arturo López (0-0 y 19.29) y Luis Mendoza (0-0, con 36.00) probaron suerte y no la tuvieron. Y, al igual que el año pasado, el tijuanense Freddie Sandoval se tomó un buchito de café en Grandes Ligas: fue 11 veces al bat, dio dos hits y anotó una carrera.

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