martes, mayo 02, 2017

Un colchón chueco (y otras historias de beisbol)

El Mariachi en acción


Mexicanos en GL. Abril 2017

El inicio de la temporada 2017 en Ligas Mayores no ha sido muy auspicioso para la mayoría de los peloteros mexicanos. Sin embargo, hay varias cosas a destacar: el buen arranque del Mariachi González y de Marco Estrada, el abril atípico de Adrián González y la extraña historia de un colchón traicionero.

Aquí el balance del contingente nacional, ordenado de acuerdo con el desempeño de cada uno en la temporada (como siempre, incluimos a los paisanos que han jugado con México en el Clásico Mundial) 

Marco Estrada se está apuntando para una temporada histórica (que probablemente no lo será en victorias, ya sabemos que es Marco Malasuerte). Ha mejorado su velocidad en las rectas, ha mostrado enorme dominio en las esquinas de la zona de strike y su cambio sigue siendo de los mejores de las Mayores. De seis salidas, cinco han sido de calidad, pero o no ha contado con apoyo ofensivo o, más comúnmente, el bullpen le tira el partido. La marca de Marco en el año: 1-1, con 2.43 carreras admitidas por cada 9 innings lanzados y 38 enemigos ponchados.

Miguel González empezó la temporada 2017 como había terminado la anterior: con muy buenas salidas para los Medias Blancas de Chicago: tres de sus cinco aperturas fueron de calidad y, de hecho, dos fueron joyas de pitcheo: 16 entradas y un tercio en las que recibió sólo una carrera limpia (que, además, fue heredada). Sin embargo despidió el mes con una marca negativa: le pegaron 14 hits en 6 entradas, algo que nunca antes le había sucedido. Sus numeritos: 3-1, 3.27 de efectividad y 21 ponches. Su inicio de temporada ilusiona.

Joakim Soria, con los Reales de sus glorias, ha funcionado muy bien como preparador de cierre –o simplemente lanzando la octava entrada, porque los de Kansas City no dan una- . Sus primeras diez entradas lanzadas fueron sin admitir carrera, hasta que la magia se acabó, pero sólo por un día. En abril acumuló 1 ganado y 1 perdido, 2 holds (ventajas sostenidas en situación de rescate), 2.31 de carreras limpias y 15 chocolates recetados.

Jorge De la Rosa consiguió quedarse en el róster de los Diamondbacks, después de una floja temporada en 2016. El hecho de que su resistencia esté a la baja contribuyó a que fuera enviado al bullpen. Pero desde el relevo ha estado como en sus mejores tiempos. Ha trabajado prevalentemente la séptima y octava entradas. Lleva marca de 1-0, 2.53 de limpias, 5 holds y 12 ponches. Ante las dificultades que ha pasado el cerrador Fernando Rodney, no sería descabellado (pero no es muy probable) que el regiomontano se convirtiera en el cerrador de Arizona.

Roberto Osuna ha tenido un inicio de año bastante peculiar, luego de su triste actuación en el Clásico Mundial de Beisbol. Empezó en la lista de lesionados, con problemas en la espalda que nadie se explicaba: tras mucho investigar, se encontró un culpable inopinado: el colchón en el que dormía el sinaloense. Quién sabe si se lo había llevado a Jalisco y usado antes del juego contra Italia. Debutó a mediados de mes y lo hizo de manera trastabillante: tiró tres de sus primeras cuatro oportunidades de salvamento (dos de ellas a su compatriota Estrada) y cuando parecía que estaba por perder sorpresivamente el puesto de cerrador, se recompuso y las aguas volvieron a su nivel. En el año lleva 1-0, con 3 rescates y 6.43 de limpias, además de 8 ponches.

Julio Urías está siendo cuidado con algodones por los Dodgers de Los Ángeles. La joven promesa zurda inició la temporada en AAA, con estricta cuenta de innings lanzados y la intención de llamarlo al equipo grande a finales de mes. Su única apertura de abril fue buena: 5 entradas y dos tercios en las que recibió solamente una carrera y se fue sin decisión. 0-0, 1.59 de efectividad y 4 ponches.

Oliver Pérez, trabajando como especialista zurdo para los Nacionales de Washington, ha tenido, como siempre, altas y bajas. En abril fueron un poco más las altas: PCL de 3.86, 5 holds y 7 ponches.  

Jaime García, ahora con los Bravos de Atlanta, está empezando a enderezar una temporada que empezó muy floja. A dos actuaciones muy malas han seguido tres salidas de calidad (6 entradas, 2 carreras limpias). En la campaña, 1-1, la efectividad en 3.99 y 17 ponches (que son poquitos, para la cantidad de innings lanzados).

Adrián González ya no es el que era antes. El único jugador mexicano de campo en Grandes Ligas ha visto como su poder se desvanece. Todo parece deberse a un problema de tendinitis en el hombro derecho, que lleva rato, más de un año, molestándolo. El Titán no quiere entrar a la lista de lesionados por primera vez en su carrera, pero no produce como solía hacerlo. Abril ha sido históricamente un mes bueno para Adrián; no en 2017: .258 de porcentaje, cero cuadrangulares y sólo 10 carreras producidas.

Carlos Torres ha servido correctamente en el relevo de los Cerveceros de Milwaukee, un equipo que batea mucho pero cuyos abridores no suelen durar en el terreno de juego. El récord en el año: 1-2, 3.94 de limpias y 6 ventajas sostenidas.

Yovani Gallardo está ahora con los Marineros de Seattle, y con un parque amable para los lanzadores locales. Sin embargo, sigue cuesta abajo en su carrera. Sólo una de sus cinco aperturas del año ha sido de calidad;  la resistencia va en picada como si Yovani fuera realmente un veterano en sus últimos años. El único buen dato: ha mejorado la velocidad de sus lanzamientos. 1-3, 5.08 de efectividad, 23 ponches.

Sergio Romo había estado razonablemente bien como preparador de cierre de los Gigantes hasta que una noche Arizona lo vapuleó de manera inmisericorde. El barboncito lleva 4 holds, pero récord de 0-1 y un horrendo 8.68 de PCL.  

Fernando Salas empezó la temporada a tambor batiente, muy seguro en el relevo de los Mets, pero se fue desinflando de manera cada vez más notoria, admitiendo carreras en sus últimas cinco apariciones, viniendo desde el bullpen. Sus números en 2017: 0-1, tres ventajas sostenidas y efectividad de 7.15.

Vidal Nuño entró a la temporada como relevo intermedio de los Orioles de Baltimore. En la segunda mitad del mes le empezaron a ver la pelota y fue desclasado a AAA el último de abril. 0-0, 6.55 de limpias.

Luis Cessa perdió la oportunidad de ser abridor de los Yankees con una pretemporada tan mala que no alcanzó a estar en el róster inaugural. A finales de mes lo invitaron a tomarse la primera tacita de café del año: un relevo largo, de más de tres entradas. Luego, lo regresaron a AAA. Tiene 5.40 de efectividad y un ponchecito.